Cipriano Palafox y Portocarreño, VIII conde de Montijo, nació en Madrid el 16 de septiembre de 1784, aunque su partida de bautismo sugiere que fue bautizado un día antes. Era hijo de Felipe Palafox y Croy de Habré y María de Sales Portocarreño y Zúñiga. Tras la muerte de su hermano mayor, heredó el condado de Montijo y varios títulos nobiliarios, como conde de Miranda de Castañar, duque de Peñaranda y marqués de Ardales.
Estudió en la Academia de Artillería y alcanzó el rango de coronel. Fue partidario de Napoleón Bonaparte, lo que lo llevó a emigrar a Francia tras quedar herido en combate. En 1817, fue indultado por Fernando VII y regresó a España. Se casó con María Manuela Kirkpatrick, hija de un cónsul estadounidense en Málaga, con quien tuvo dos hijas: Francisca, nacida en 1825, y María Eugenia, nacida en 1826, quien más tarde se casaría con Napoleón III y se convertiría en la emperatriz Eugenia de Montijo. Sin embargo, algunas fuentes sugieren que el padre de las niñas pudo haber sido el diplomático británico George William Frederick Villers.
Cipriano vivió en Madrid, donde participó en logias masónicas junto a su hermano Eugenio y el general José Zayas. Fue nombrado prócer del Reino en 1834 y senador por Badajoz en 1838. Falleció en Peñaranda de Duero el 15 de marzo de 1839.
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