Nació en Madrid, en 1842, y murió en Guadalajara, el 18 de junio de 1884. Fue comandante de Infantería y fiscal militar permanente de Guadalajara con destino en el Batallón Reserva de Tarancón número ocho. Se había trasladado a Guadalajara en 1881. Estaba casado con Juana Almaraz Longavila. Según nos informa un familiar, una hermana de doña Juana estaba casada con Francisco Susanna, militar también y en su día director de la Academia de Ingenieros de Guadalajara.
En su testamento, dado en Guadalajara el 23 de abril de 1884, Eduardo Guitián reservó un veinticinco por ciento del producto de sus bienes inmuebles a favor de la Beneficencia Municipal, para ayuda de los »pobres enfermos, hospitalidad domiciliaria y asilados del Asilo de Nuestra Señora de la Merced». Dispuso, además, que el Ayuntamiento, como patrono, pudiera intervenir en el arriendo, conservación, mejora y venta de aquellas fincas.
Las rentas de la fundación de Guitián han permitido que el Ayuntamiento de Guadalajara acometiera importantes obras de carácter social a comienzos del siglo XXI. Una calle de la ciudad lleva el nombre de este benefactor.
Artículo de Javier Barbadillo Alonso
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