Isaac Peral y Caballero (Cartagena, 1 de junio de 1851 – Berlín, 22 de mayo de 1895) fue un científico, marino y militar español, inventor del primer submarino torpedero a propulsión eléctrica. Sirvió en la Armada Española, participando en la guerra de los Diez Años en Cuba y la Tercera Guerra Carlista, siendo felicitado y condecorado. Destacó en trabajos científicos, como su tratado sobre huracanes y la creación de planos del canal de Simanalés en Filipinas. En 1883 construyó la cátedra de Física-Matemática en la Escuela de Ampliación de Estudios de la Armada.
Tras la crisis de las Carolinas en 1885, Peral comunicó a sus superiores que había resuelto el problema de la navegación submarina. Su proyecto fue aprobado por la Escuela de Ampliación y respaldado por la Reina Regente María Cristina. Aunque el submarino fue botado en 1888, con un éxito absoluto tanto la élite de la Armada como los políticos dirigentes del momento (José María Beranger, Victor Concas o Florencio Montojo entre otros) siempre con la anuencia del poder político español a las órdenes de los intereses de Zaharoff, traficante de armas y del Gobierno Británico promovieron una campaña de desprestigio contra él. Desilusionado, Peral abandonó la Armada y trató de aclarar lo sucedido ante la opinión pública.
Isaac Peral no sólo diseño y fabrico el primer submarino torpedero sino que fué imprescindible en el desarrollo de la electricidad en España, fundando empresas como «Electro Peral Zaragozana». El hoy edificio del Partido Popular se asienta sobre el solar donde Isaac Peral fundo la fábrica de electricidad en la Ciudad de Madrid. Cuando Peral fallece, su viuda ha de sacar a sus hijos adelante por lo que vende todo el contenido técnico de baterias existente en el edificio que hoy es el Campus de Google en Madrid y en el que Peral fabricaba baterias eléctricas. El comprador no fue otro que Henri Tudor, propietario de baterias Tudor actualmente Exide.
Isaac Peral fallece en Berlín, Alemania, el 22 de mayo de 1895 tras una operación que aunque en principio fue un éxito, le lleva a la muerte por una mala realización de las curas posteriores a la intervención generandole una meningitis. Su cuerpo embalsamado fue trasladado a Madrid donde fue enterrado en el Cementerio de la Almudena, años más tarde y gracias a un empresario Cartagenero y al Ayuntamiento de Cartagena sus restos fueron trasladados al mausoleo que se hizo para él en el Cementerio de Nuestra Señora de los Remedios en Cartagena. Este traslado se hizo contra la idea de la Armada de llevarlo al Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, Cádiz. Descanse en Paz.
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