Juan García-Margallo y García (Montánchez, Cáceres, 12.VII.1839 – Melilla, 28.X.1893) fue un general de brigada de Infantería que murió heroicamente en los combates del fuerte de Cabrerizas Altas. Nacido en una familia de hidalgos extremeños, ingresó en el Colegio de Infantería de Toledo a los dieciséis años, inspirado por su tío Juan Antonio, militar distinguido en la Guerra de la Independencia.
A los diecinueve años, ascendió a alférez y fue destinado al Regimiento de la Reina n.º 2. En 1859, se unió a la Guerra de África, participando en la batalla de los Castillejos, donde fue herido. Destacó en la toma de Tetuán, por lo que recibió la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase. Tras la guerra, regresó a Madrid.
En 1866, participó en los sangrientos sucesos de Madrid durante el pronunciamiento de los sargentos de San Gil, ganando el ascenso a capitán. Afectado por la violencia, se retiró temporalmente a Montánchez. En 1868, volvió al servicio activo y, en 1869, combatió en Navarra y Aragón durante las algaradas republicanas, logrando el grado de teniente coronel.
Durante la Tercera Guerra Carlista, participó en combates importantes, obteniendo tres ascensos y varias condecoraciones. En 1876, nació su hija Adelaida en Cádiz. Tras la guerra, sirvió en Valladolid, donde nacieron varios de sus hijos, y fue ascendido a coronel en 1883. En 1890, fue promovido a general de brigada y nombrado gobernador militar de León.
En 1891, fue nombrado gobernador militar de Melilla, donde enfrentó el conflicto de la delimitación del campo exterior de la ciudad. En 1893, se le ordenó fortificar Sidi Aguarich, pero se enfrentó la oposición de los rifeños. El 2 de octubre, dirigió un combate desigual contra miles de rifeños, defendiendo las fortificaciones con solo 300 hombres.
El 27 de octubre, un nuevo ataque rifeño desencadenó una feroz batalla. Margallo, tras intentar coordinar la defensa, fue herido mortalmente en Cabrerizas Altas el 28 de octubre. Su muerte provocó una oleada de indignación en España, y su valentía fue ampliamente elogiada. Fue ascendido a general de división a título póstumo, y su viuda rechazó el marquesado de Cabrerizas.
García-Margallo dejó seis hijos. Su hija mayor, Adelaida, se casó con el teniente Salto, herido junto a su padre. Aunque la mayoría de sus hijos varones siguieron la carrera militar, algunos murieron jóvenes, como Adolfo, que falleció en combate en Monte Arruit. Su legado permanece vivo en España, donde varias calles llevan su nombre.
Fila 3, nicho 5
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