Villalmanzo (Burgos) – 16 enero 1877
Buenache de Alarcón (Cuenca) – 12 febrero 1939
Segundo de cinco hermanos y de familia acomodada, nació y vivió en la localidad burgalesa de Villalmanzo hasta los 14 años, cuando el presidente del Tribunal Supremo le colocó en Madrid a su servicio tras quedar huérfano a edad muy temprana de padre y madre.
Participará en la defensa de la iglesia de San Luis Obispo de Tolosa en Baler (Islas Filipinas) protagonizada por los comúnmente conocidos como los Últimos de Filipinas, uno de los hechos de armas más heroicos de nuestra laureada historia militar en el que un pequeño contingente militar español y tres frailes franciscanos defendieron de manera heroica durante 337 jornadas la última bandera española de Ultramar.
Tras su repatriación a la península, el 3 de septiembre de 1899 regresa a Villalmanzo, donde es recibido con honores y es nombrado hijo predilecto. Un año más tarde su localidad natal también le dedicó una calle. Se trasladó a Madrid donde se empleó en el Palacio Real al servicio del rey Alfonso XIII.
La cita «Una guerra me quitó la juventud, otra me quitará la vida» resume en su biografía las penalidades sufridas en las dos guerras que conoció en sus años jóvenes y en los años finales de vida. Fallece en la localidad conquense de Buenache de Alarcón en los últimos momentos de la Guerra Civil española.
Está enterrado en el Cementerio de la Almudena de Madrid en el Pateón de los Héroes de Baler.
En su pueblo, Villalmanzo, BURGOS tiene un busto en la plaza que lleva su mismo nombre.
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