Miguel Ángel Falcón
Participó en la Guerra de las Malvinas como miembro del Ejército Argentino sirviendo como Cabo.
El cuerpo de Miguel Ángel fue uno de los 112 enterrados en el Cementerio de Darwin de forma anónima bajo una lápida en la que se leía “Soldado conocido sólo por Dios”.
Tras el fin del conflicto bélico, el Reino Unido se ofreció a enviar los cuerpos de los argentinos enterrados en el Cementerio de Darwin al territorio continental argentino pero los familiares de los caídos se negaron argumentando que “no hay nada que repatriar, porque están en su patria” reivindicando con este gesto la reclamación argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
Los cuerpos de los soldados “conocidos sólo por Dios” fueron identificados mediante pruebas de ADN realizadas hasta el año 2017 gracias a la Fundación “No me olvides” creada por el argentino Julio Aro y así la tumba de Miguel Ángel Falcón pudo disponer de un nombre en su cruz.
La Ley nacional argentina 24.950/98 le declaró Héroe Nacional por haber fallecido como combatiente durante la Guerra de las Malvinas, en el año 1982, en defensa de la soberanía nacional sobre las Islas del Atlántico Sur.
Nació en barranqueras, provincia de Chaco.
Su familia afirma que Miguel Falcón siempre fue un niño rebelde. No acataba demasiado las reglas, ni en casa ni en el colegio. De hecho, era famoso por escaparse todas las semanas al menos un día de la escuela. También evitaba estar en casa, se la pasaba divirtiéndose con sus amigos en las calles de Barranqueras, Chaco.
Murió en el enfrentamiento del Monte Longdon y entre sus pertenencias se encontró un mazo de cartas españolas. Su figura de referente para sus colegas fue advertida por varios ex combatientes.
Fuentes:
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