Federico Moreno Torroba (Madrid, 3 de marzo de 1891 – Madrid, 12 de septiembre de 1982) fue un influyente compositor español del siglo XX, destacado especialmente por su prolífica producción en el género de la zarzuela. Además, fue crítico musical y compositor de importantes piezas para guitarra, destacándose como una figura central en la música española de su época.
Nacido en una familia de músicos, Moreno Torroba comenzó su formación musical bajo la tutela de su padre, José Moreno Ballesteros, quien era organista de la iglesia de la Concepción en Madrid. Posteriormente, continuó sus estudios en el Conservatorio de Madrid, donde fue alumno de Conrado del Campo, otro compositor destacado de la época. Aunque inicialmente mostró inclinación hacia la música sinfónica, su carrera tomó un rumbo definitivo hacia el teatro musical y, en particular, hacia la zarzuela.
A lo largo de su vida, Moreno Torroba compuso aproximadamente cincuenta zarzuelas, consolidándose como uno de los más importantes exponentes de este género en el siglo XX. Su estilo se caracterizaba por una elegancia formal y un españolismo expresivo, que resonaban con la sensibilidad popular de la época. Obras como Luisa Fernanda (1932) y La Chulapona (1934) se han mantenido como clásicos del repertorio zarzuelero, apreciadas por su melodismo y su profunda conexión con las tradiciones musicales españolas.
Además de su labor en el teatro musical, Moreno Torroba fue un prolífico compositor para guitarra, colaborando con algunos de los guitarristas más importantes del siglo XX, como Andrés Segovia. Sus obras para guitarra son conocidas por su lirismo y su complejidad técnica, y contribuyeron significativamente al repertorio del instrumento.
A lo largo de su carrera, Moreno Torroba ocupó importantes cargos institucionales en el mundo de la música española. Fue presidente de la Sociedad General de Autores de España (SGAE) desde 1974, y en 1978 asumió la presidencia de la Academia Nacional de Bellas Artes. Su influencia en la vida cultural de España fue considerable, y hasta su fallecimiento en 1982, continuó trabajando activamente en la composición, siendo interrumpido por la muerte mientras trabajaba en un ballet basado en Don Quijote.
Federico Moreno Torroba dejó un legado duradero en la música española, especialmente en el campo de la zarzuela, donde su obra sigue siendo una referencia fundamental.