José Ortega y gasset

José Ortega y Gasset

(1883-1955)

Nacido en Madrid, Ortega perteneció a una familia burguesa ilustrada. Estudió en el Colegio de Miraflores de El Palo (Málaga), la Universidad de Deusto y la Universidad Central de Madrid. Su formación se consolidó en Alemania, donde viajó en 1905, 1907 y 1911, estudiando el idealismo, base de su proyecto ético y social para España. En 1908 fue nombrado catedrático de Psicología, Lógica y Ética, y en 1910 de Metafísica en la Universidad Central.

En 1914, impactado por la Primera Guerra Mundial, publicó obras clave como Vieja y Nueva Política y Meditaciones del Quijote, proponiendo una modernidad latina alternativa. Su viaje a Argentina en 1916 fortaleció sus vínculos con Iberoamérica. En 1921 publicó España invertebrada, analizando la situación del país, y en 1923 El tema de nuestro tiempo, introduciendo su teoría de la razón vital, reflejo de la sensibilidad del siglo XX. Este enfoque quedó plasmado en La deshumanización del arte (1925).

Rompió con la Dictadura de Primo de Rivera en 1929, tras su curso ¿Qué es filosofía?, y en 1930 alcanzó gran repercusión internacional con La rebelión de las masas. Fundador de la Asociación al Servicio de la República, no se alineó con ningún partido, pero debió exiliarse en 1936. Residió en París, Argentina (1939-1942) y Lisboa, donde escribió gran parte de su obra póstuma, como Velázquez y Sobre la razón histórica.

Regresó ocasionalmente a España para colaborar con el Instituto de Humanidades y murió en Madrid el 18 de octubre de 1955.

José Ortega y Gasset ocupó un lugar destacado en el pensamiento español del siglo XX. Maestro de varias generaciones de intelectuales, combinó la divulgación con un discurso filosófico original. Gran parte de su actividad se desarrolló en el periodismo, que conocía bien por su entorno familiar. Fundó el diario El Sol (1917), la revista España (1915) y la Revista de Occidente (1923), además de colaborar en numerosas publicaciones.

En sus artículos y ensayos abordó temas variados relacionados con la filosofía, política, arte y literatura. Su obra no es una doctrina cerrada, sino un programa abierto, reflejado en los ocho volúmenes de El espectador (1916-1935), que incluyen comentarios sobre asuntos diversos.

Dos conceptos clave de su pensamiento son el perspectivismo, que vincula las concepciones del mundo al punto de vista y circunstancias del individuo, y la razón vital, que busca superar la división entre razón pura y práctica. Para Ortega, la verdad surge del diálogo constante entre el hombre y su entorno, especialmente en el arte.

Entre sus obras principales destacan España invertebrada (1921), El tema de nuestro tiempo (1923), La rebelión de las masas (1930) e Historia como sistema (1940). Reflexionó sobre estética y literatura en Meditaciones del Quijote (1914), La deshumanización del arte (1925) y Papeles sobre Velázquez y Goya (1950).

En política, trató temas clave en Vieja y nueva política (1914), La decadencia nacional (1930) y Misión de la universidad (1930). Su estilo, cercano a la prosa literaria, destaca por su claridad y brillantez, lo que contribuyó al éxito de sus obras.