Julio Camba Andreu, nacido el 16 de diciembre de 1884 en Villanueva de Arosa (Pontevedra) y fallecido el 28 de febrero de 1962 en Madrid, fue un destacado escritor y periodista español. Proveniente de una familia de clase media, hijo de un médico, Camba comenzó a trabajar desde joven y mostró interés por la escritura, publicando sus primeros versos en gallego y castellano en los periódicos provinciales.
En 1900, a los 16 años, decidió aventurarse como polizón hacia Buenos Aires, donde se involucró con grupos anarquistas y escribió para periódicos como El Correo de España y La Protesta. Sin embargo, en diciembre de 1902 fue expulsado de Argentina debido a sus actividades anarquistas. De regreso en España, su experiencia se reflejó en sus memorias noveladas El destierro (1907).
En Madrid, a partir de 1903, Camba se sumergió en el ambiente bohemio y comenzó a colaborar en diversos medios, como el periódico republicano El País y la revista ácrata Revista Blanca. Fue en esta época cuando fundó, junto al tipógrafo Antonio Apolo, el semanario anarquista El Rebelde. Sin embargo, tras varios juicios por delitos de imprenta y la clausura del semanario, Camba evolucionó hacia un estilo más humorístico y escéptico, distanciándose de su fervor anarquista inicial.
El atentado del anarquista Mateo Morral en 1906, utilizando una credencial de periodista de Camba, marcó un punto de inflexión en su vida. Este hecho, junto con el posterior suicidio de Morral, llevó a Camba a abandonar sus ideales revolucionarias y adoptar una visión del mundo más escéptica e irónica, característica que definiría su obra posterior.
A partir de entonces, Camba se dedicó al periodismo de viajes, colaborando con varios medios como El Mundo, La Tribuna y ABC. Su estilo, una mezcla de humorismo fino y observación aguda, le ganó reconocimiento en el ámbito literario y periodístico. Viajó por toda Europa, escribiendo crónicas desde Constantinopla, París, Londres, Berlín, entre otros lugares. Sus libros, como Londres (1916), Alemania (1916) y Un año en el otro mundo (1917), son testimonios de su habilidad para capturar la esencia de diferentes culturas con una prosa amena y observadora.
Durante la Segunda República y la Guerra Civil Española, Camba se alineó con el bando nacional, escribiendo artículos para ABC. Sus últimos años estuvieron marcados por problemas de salud, incluyendo la enfermedad de Menière, que le dificultaba escribir. A pesar de ello, continuó publicando hasta el final de su vida, con obras como Mis páginas mejores (1956) y Millones al horno (1958).
Julio Camba falleció el 28 de febrero de 1962 en Madrid, dejando un legado como uno de los cronistas más destacados de su tiempo, recordado por su humor mordaz y su aguda observación de la realidad.
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