Manuel Mejías Rapela, conocido en el mundo taurino como »Bienvenida» o »El Papa Negro,» nació en Bienvenida (Badajoz) el 12 de febrero de 1884 y falleció en Madrid el 4 de octubre de 1964. Fue un torero de gran renombre y el patriarca de la famosa dinastía taurina »Bienvenida,» que incluyó a sus hijos Manolo, Pepe, Rafael, Antonio, Ángel Luis y Juan, todos ellos toreros (con la excepción de Rafael, que fue novillero).
Desde muy joven, Manuel mostró una inclinación natural hacia el toreo, influenciado por su entorno familiar. Su precocidad quedó evidenciada cuando, a los ocho años, se enfrentó a una vaca con la ayuda de su chaqueta marinera como muleta, un acto que le valió su primera herida taurina, de la cual se sentía muy orgulloso.
Su carrera taurina comenzó formalmente cuando se unió a la »Cuadrilla de Niños Sevillanos», dirigida por Manuel Anta. Debutó en Portugal el 19 de agosto de 1893 y, aunque su cuadrilla no tuvo mucho éxito, continuó toreando en diversas becerradas en España, Francia y Portugal. Su primera aparición en Madrid como becerrista fue el 18 de diciembre de 1898, donde impresionó a los críticos.
En 1902, debutó con picadores en Badajoz y toreó por primera vez en Madrid con varilargueros el 8 de marzo de 1903. Su éxito fue tal que críticos como Pascual Millán comenzaron a compararlo con Guerrita, uno de los toreros más grandes de la época. Su carrera continuó ascendiendo, toreando en plazas importantes como Madrid, Valladolid, Valencia, Barcelona y Sevilla.
El 14 de octubre de 1905, Manuel tomó la alternativa en Zaragoza, con José García Rodríguez »Algabeño» como su padrino, quien le cedió el toro »Cristalino» de la ganadería de Pablo Benjumea. Confirmó su alternativa en Madrid el 14 de marzo de 1906 en una corrida en honor de los reyes de Portugal.
El apodo »El Papa Negro» le fue dado por el periodista taurino Don Modesto, en alusión a su gran conocimiento y habilidad en el toreo, comparable a la influencia que tenía Bombita en el mundo taurino.
Aunque las temporadas de 1908 y 1909 fueron exitosas, en 1910 sufrió una grave cornada en Madrid al ejecutar el »pase de la muerte,» una técnica que él mismo había inventado. Ese mismo año, la muerte de su padre marcó el inicio de su declive en el toreo.
En 1911, se casó con Carmen Álvarez Jiménez en Madrid, y en los años siguientes, aunque su popularidad como torero disminuyó, emigró a América, donde continuó toreando y se dedicó a otros negocios. Regresó a España con el título de »padre de los Bienvenida» cuando sus hijos Manolo y Pepe comenzaron a destacar como toreros.
En los años posteriores, Manuel se dedicó a dirigir la carrera de sus seis hijos toreros, ganándose una merecida reputación como maestro del toreo. Falleció en Madrid el 4 de octubre de 1964, satisfecho de haber creado una dinastía que dejó una huella indeleble en la historia del toreo.
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