Salvador Díaz-Ordóñez y Escandón, nacido en Oviedo el 15 de marzo de 1845, fue un destacado general de artillería e inventor. Ingresó en el Real Colegio de Artillería en 1859 y se graduó en 1865, iniciando una carrera militar que lo llevaría a participar en importantes conflictos, como la lucha contra los carlistas y las insurrecciones republicanas, siendo reconocido con varias condecoraciones.
En 1870 fue destinado a la Fábrica de Armas de Trubia, donde comenzó a desarrollar innovaciones en artillería. Durante su carrera, se destacó por sus estudios en cañones y obuses, participando en pruebas en Inglaterra, Alemania y España. En 1891, sus diseños de cañones de costa fueron declarados reglamentarios, lo que consolidó su reputación como un inventor brillante. En 1895, fue nombrado director del Parque de Artillería de Tarifa y comandante militar de la plaza.
En 1896, fue enviado a Cuba, donde tuvo un papel crucial en la guerra contra los insurrectos y en la defensa de Santiago de Cuba durante la guerra hispano-estadounidense. Por sus méritos, fue ascendido a general de brigada en 1898. A su regreso a España, continuó trabajando en innovaciones en artillería, siendo galardonado con la Gran Cruz del Mérito Militar.
En 1911, fue nombrado general de la División de Melilla y lideró exitosas operaciones en Marruecos. Murió en combate en Ishafen el 14 de octubre de 1911. Díaz-Ordóñez fue reconocido como una de las figuras más importantes de la Artillería española por su talento técnico y militar.
Descansa en el Panteón de Héroes de Melilla Fila 5, nicho 7
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