Alberto Martín Artajo y Álvarez (Madrid, 2 de octubre de 1905 – 31 de agosto de 1979) fue un destacado político, líder de la democracia cristiana en España y uno de los principales exponentes del colaboracionismo católico durante el régimen franquista. Provenía de una familia profundamente vinculada al catolicismo social; su padre, Carlos Martín Álvarez, fue gobernador civil de Madrid en los últimos años de la Monarquía, y su hermano Javier fue un activo político durante la Segunda República.
Estudió en colegios jesuitas y luego en la Universidad de Deusto, aunque completó su licenciatura y doctorado en Derecho en la Universidad de Madrid. Desde joven, Martín Artajo estuvo comprometido con el movimiento católico, liderando la Conferencia de Estudiantes Católicos y participando en la organización internacional Pax Romana. Durante la Segunda República, se integró en la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) y colaboró con el diario católico El Debate.
En 1931, aprobó las oposiciones al Consejo de Estado, pero su carrera se vio interrumpida con el estallido de la Guerra Civil. Durante el conflicto, se refugió en la embajada de México en Madrid, y tras nueve meses, logró trasladarse a la zona controlada por los sublevados. Durante y después de la guerra, ocupó diversos cargos y se convirtió en presidente de Acción Católica, desde donde promovió la propaganda en favor del nuevo régimen franquista.
En 1944, Martín Artajo mantuvo una primera reunión con Franco en representación de los grupos católicos, ofreciendo su apoyo para legitimar la dictadura en un contexto internacional adverso tras la derrota de Alemania e Italia en la Segunda Guerra Mundial. Fué un firme defensor del acercamiento entre el régimen franquista y el catolicismo, y en 1945, participó en la elaboración del Fuero de los Españoles.
El 18 de julio de 1945, Franco lo nombró ministro de Asuntos Exteriores, cargo que ocupó durante más de once años. Durante su gestión, Martín Artajo intentó impulsar una apertura limitada del régimen y restablecer las relaciones diplomáticas con los países aliados, en especial con Estados Unidos y el Vaticano. Fué clave en la firma del Concordato con la Santa Sede y de los Pactos de Madrid en 1953, acuerdos que consolidaron el reconocimiento internacional del régimen franquista.
Aunque sus esfuerzos por democratizar parcialmente el régimen no lograron resultados inmediatos, sus propuestas de apertura y acercamiento a la monarquía tradicional resurgieron periódicamente a lo largo de la dictadura. Tras su cese como ministro en 1957, Martín Artajo continuó su carrera en diversos cargos de importancia, incluyendo su papel en la Academia de Ciencias Morales y Políticas y en la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP). Falleció en Madrid el 31 de agosto de 1979, dejando un importante legado para la historia reciente de España
Comparar listados
Comparar