Antonio Mejías Jiménez, conocido como Antonio Bienvenida, nació en Caracas en 1922, pero se consideró sevillano por su estrecho vínculo con la ciudad. Pertenecía a una destacada familia de toreros, siendo su padre Manuel Mejías Rapela, »el Papa Negro», uno de los matadores más influyentes del siglo XX. Desde muy joven, Antonio mostró talento para el toreo, debutando en público a los 12 años. Su carrera estuvo marcada por notables triunfos, como su debut con picadores en Cádiz en 1938 y su alternativa en Madrid en 1942, donde cortó dos orejas en Las Ventas. A pesar de sufrir graves cornadas, continuó demostrando su maestría en los ruedos, siendo especialmente recordado por su »quite de la escoba» en Sevilla. Durante la década de 1950, se destacó por denunciar el fraude del afeitado de astas, lo que le valió críticas de sus compañeros. A lo largo de su carrera, Bienvenida toreó 101 corridas en Madrid, cortando 42 orejas y abriendo 11 veces la Puerta Grande. Falleció en 1975 tras sufrir una fractura en el cuello que le causó una vaca, »Conocida» de la Ganadería Pérez Tabernero en una finca de El Escorial, dejando un legado de elegancia y maestría en el toreo.
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