Cándido Lara Ortal, nacido en Madrid el 3 de octubre de 1839 y fallecido el 29 de junio de 1915, fue un notable empresario español del siglo XIX. Apodado »el carnicero de Antón Martín» por su negocio de carnicería en esa plaza madrileña, amasó su fortuna como proveedor del ejército liberal durante la segunda guerra carlista. Con el tiempo, expandió sus intereses comerciales, obteniendo incluso la contrata de limpiezas y riegos del Ayuntamiento de Madrid.
Su legado más perdurable fue la creación del Teatro Lara, inaugurado en la Corredera Baja de San Pablo. Inspirado en el Palais Royal de París, el teatro, aunque modesto en tamaño, se destacaba por su lujo y armonía, impulsado por el consejo de Ramón García, un experto en el público madrileño. Lara reconoció que este teatro lo inmortalizó, dándole fama en toda España.
Senador desde 1901, primero por la provincia de Madrid y más tarde como vitalicio desde 1905, mantuvo este cargo hasta su muerte en 1915. Fue enterrado en el cementerio de San Justo en Madrid, y su hija Milagros heredó el teatro Lara, que continúa siendo un referente cultural.